El Ajedrez nos puede dar grandes satisfacciones, alegrías que ni siquiera nos imaginabamos, es cierto que la diosa Caissa exige de nosotros mucha devoción, tenemos que rendirle el culto de nuestro estudio y preparación y todo nuestro amor y pasión y entonces ella -generosa- nos regala la belleza en estado puro, por eso considero una buena filosofía para el ajedrecista la que pongo a continuación:
Si creo que puedo hacer algo nuevo y bueno para mí, entonces, con seguridad, adquiriré o crearé la capacidad dentro mío para hacerlo, aunque me lleve mucho tiempo por no tenerla en un principio… R. Díaz
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