LA PARTIDA DEL DÍA: El ajedrecista muchas veces debe sobrellevar lo mejor posible la sorpresa. En esta ocasión quedé completa y totalmente sorprendido con la apertura y el juego en sí de mi rival, pero traté de aferrarme a los conceptos aprendidos a través de los años de práctica: tomar el centro y tratar de llevar las piezas a sus mejores ubicaciones. Luego vinieron los golpes y contragolpes, donde sufrí un fuerte ataque y reaccioné relativamente bien. Siempre me sentí al borde de la cornisa, para luego de unos cambios quedar con la posición ganada. Dura lucha...
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