Uno de los puntos fuertes de los grandes campeones es la agresividad en su juego. Uno que brilló a gran altura en este concepto fue Garry Kasparov, que no perdía oportunidad, a veces incluso sacrificando peón o pieza, para lanzar con toda la fuerza imaginable sus piezas contra el Rey rival. Hoy les invito a ver una partida donde deja su Dama amenazada por un Alfil para lanzar un ataque ganador.
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