Todos tenemos épocas de vacas gordas, donde disfrutamos de las mieles del éxito y del trabajo bien realizado, esto es una cadena, pues al estar felices, todo es mejor. Sin embargo, una fatalidad, una decisión mal tomada o simple mala suerte, eso puede cambiar en un instante. Lo mejor que podemos hacer es prepararnos cuando estamos bien y no creernos el ombligo del mundo, con humildad, reconocer que un día podemos estar arriba y al otro estar abajo...
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