martes, 1 de julio de 2014

YA - Por cosas como éstas me hice ajedrecista, porque es un ambiente donde se respira competitividad, pero siempre está presente la honradez, la limpieza en los métodos usados para vencer al rival, la esencia misma del Ajedrez así lo implica, pues debe ser uno de los pocos deportes dónde se avisa al contrincante que se lo está amenazando (el jaque) y se le da la oportunidad de buscar refugio o por lo menos hacer el máximo esfuerzo por salvarse. Por un Ajedrez cada vez más leal, más competitivo y más conocido, que el mundo se de cuenta de lo beneficioso y útil que es para ejercitar la mente, en forma especial a los niños en edad escolar y a los adultos de edad avanzada y de esa forma evitar esa desgracia llamada Alzheimer (entre otras cosas)...

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