Uno de los mayores anhelos del ser humano es crecer, tanto como personas, e intelectual y espiritualmente, y lograr ser los mejores en lo que hacemos, es cierto, nadie puede negar que todo esto es muy difícil, el camino no es un lecho de rosas, todo lo contrario. Pero al ir cumpliendo nuestras metas, los pequeños avances que logramos nos llenan de felicidad y nos brindan la oportunidad de ir por más. Esto se nota mucho en nuestro ámbito, el ajedrecista anhela superarse, crecer día a día y no escatima esfuerzos para ello. El trabajo que hoy realizo es para motivarnos, para creer en nosotros mismos, tener confianza que con trabajo y dedicación podemos cumplir nuestras metas. Lo que es digno de hacerse, es digno de que se haga bien. Conde de Chesterfield
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